lunes, 30 de septiembre de 2013

Riesgos para la salud Metanol


Entre los muchos procesos de síntesis que existen para la producción de alcohol metílico se encuentra la reacción de Fischer- Tropsch entre el monóxido de carbono y el hidrógeno, de la que se obtiene metanol como subproducto. También se produce mediante la oxidación directa de hidrocarburos o mediante un proceso de hidrogenación en dos etapas en el que se hidrogena el monóxido de carbono para dar formiato de metilo, que a su vez se hidrogena para obtener alcohol metílico. Sin embargo, la síntesis más importante es la realizada mediante hidrogenación catalítica a presión del monóxido de carbono o del dióxido de carbono, a presiones de 100-600 kgf/cm2 y temperaturas de 250-400 ºC.
El alcohol metílico tiene propiedades tóxicas que pueden hacerse evidentes tanto por exposición aguda como crónica. Los alcohólicos que ingieren este líquido o los trabajadores que inhalan sus vapores pueden sufrir lesiones. En experimentos con animales se ha demostrado que el alcohol metílico puede pene- trar en la piel en cantidad suficiente como para causar una into- xicación mortal.
En casos de intoxicación grave, generalmente por ingestión, el alcohol metílico actúa de forma específica en el nervio óptico, causando ceguera como resultado de la degeneración del nervio óptico, acompañada de cambios degenerativos en las células ganglionares de la retina y trastornos circulatorios en la coroides. La ambliopía es normalmente bilateral y puede aparecer pocas horas después de la ingestión, mientras que la ceguera total no se instaura hasta pasada una semana. Las pupilas aparecen dila- tadas, la esclerótica congestionada y el iris está pálido y presenta escotoma central; las funciones respiratorias y cardiovasculares están deprimidas y, en los casos muy graves, el paciente está inconsciente, si bien el coma puede ir precedido de delirio.
Las consecuencias de la exposición industrial a los vapores de alcohol metílico pueden variar considerablemente de un traba- jador a otro. Bajo diferentes condiciones de intensidad y duración de la exposición, los síntomas de la intoxicación son: irritación de las mucosas, cefalea, zumbido de oídos, vértigo, insomnio, nistagmo, dilatación de las pupilas, visión borrosa, náuseas, vómitos, cólicos y estreñimiento. Pueden producirse lesiones cutá- neas por la acción irritante y disolvente del alcohol metílico y también por la acción lesiva de los tintes y resinas disueltas en él. Estas lesiones se localizan preferentemente en las manos, las muñecas y los antebrazos. No obstante, la causa de estos efectos perjudiciales se debe en general a exposiciones prolongadas a concentraciones muy superiores a los límites recomendados por las autoridades para prevenir la intoxicación por inhalación de vapores de alcohol metílico.
Se ha sugerido que la exposición crónica combinada a metanol y monóxido de carbono es un factor causante de aterosclerosis cerebral.
La acción tóxica del alcohol metílico se atribuye a oxidación metabólica en ácido fórmico o formaldehído, producto éste que tiene un efecto nocivo específico en el sistema nervioso, y posible- mente a acidosis grave. Estos procesos de oxidación pueden ser inhibidos por el alcohol etílico.

Usos de El pentanol

El pentanol se utiliza en la fabricación de lacas, pinturas, barnices, decapantes, caucho, plásticos, explosivos, líquidos hidráulicos, pegamentos para calzado, perfumes, productos químicos y farmacéuticos, y en la extracción de grasas. Cuando se utilizan como disolventes, sirven perfectamente las mezclas de alcoholes, pero para síntesis químicas o extracciones más selec- tivas se requieren a menudo productos más puros.
Después del cloruro de alilo, el alcohol alílico es el compuestos alílico más importante en la industria. Se utiliza en la fabricación de productos farmacéuticos y en síntesis químicas en general, pero sobre todo para la producción de una serie de ésteres alílicos, los más importantes de los cuales son el ftalato de dialilo y el isoftalato de dialilo, que sirven de monómeros y repolímeros.

domingo, 29 de septiembre de 2013

Usos de El metanol

El metanol es un disolvente de tintas, colorantes, resinas y adhesivos. Se utiliza en la fabricación de película fotográfica, plásticos, jabones textiles, tintes de madera, tejidos con capa de resina sintética, cristal inastillable y productos impermeabilizantes. Sirve como materia prima para la fabricación de muchos productos químicos y es un ingrediente de decapantes de pinturas y barnices, productos desengrasantes, líquidos embalsamadores y mezclas anticongelantes.

Usos de El etanol

El etanol es la materia prima de numerosos productos, como acetaldehído, éter etílico y cloroetano. Se utiliza como anticonge- lante, aditivo alimentario y medio de crecimiento de levaduras, en la fabricación de revestimientos de superficie y en la prepara- ción de mezclas de gasolina y alcohol etílico. La producción de butadieno a partir de alcohol etílico ha tenido una gran importancia en las industrias de los plásticos y el caucho sintético. El alcohol etílico puede disolver muchas sustancias y, por este motivo, se utiliza como disolvente en la fabricación de fármacos, plásticos, lacas, barnices, plastificantes, perfumes, cosméticos, aceleradores del caucho, etc.

sábado, 28 de septiembre de 2013

Usos de El isobutanol

El isobutanol , un disolvente para revestimientos de superficie y adhesivos, se emplea en lacas, decapantes de pinturas, perfumes, productos de limpieza y líquidos hidráulicos. El terc-butanol se utiliza para la eliminación del agua de los productos, como disol- vente en la fabricación de fármacos, perfumes y aromas, y como producto químico intermedio. También es un ingrediente de productos industriales de alcohol, un desnaturalizante de alco- holes y un cebador de octano en gasolinas. Los alcoholes amílicos actúan como espumígenos en la flotación de minerales. Muchos alcoholes, entre ellos el alcohol metilamílico, 2-etilbutanol, 2-etilhexanol, ciclohexanol, 2-octanol y metilciclohexanol, se utilizan en la fabricación de lacas. Además de sus numerosas aplicaciones como disol- ventes, el ciclohexanol y el metilciclohexanol son también útiles en la industria textil. El ciclohexanol se utiliza en el acabado de tejidos, el procesado del cuero y como homogeneizador de jabones y emulsiones detergentes sintéticas. El metilciclohexanol es un componente de productos quitamanchas a base de jabón y un agente de mezcla en jabones y detergentes para tejidos espe- ciales. El alcohol bencílico se utiliza en la preparación de perfumes, productos farmacéuticos, cosméticos, colorantes, tintas y ésteres bencílicos. Sirve también como disolvente de lacas, plastificante y desengrasante en productos para la limpieza de alfombras. El 2-cloroetanol se emplea como agente de limpieza y disolvente de éteres de celulosa.

Usos de El n-butanol

El n-butanol se emplea como disolvente de pinturas, lacas, barnices, resinas naturales y sintéticas, gomas, aceites vegetales, tintes y alcaloides. Se utiliza como sustancia intermedia en la fabricación de productos químicos y farmacéuticos, y en las industrias de cuero artificial, textiles, gafas de seguridad, pastas de caucho, barnices de laca, impermeables, películas fotográficas y perfumes. El sec-butanol se utiliza también como disolvente y producto químico intermedio, y se encuentra en líquidos hidráu- licos de frenos, limpiadores industriales, abrillantadores, decapantes de pinturas, agentes de flotación para minerales, esencias de frutas, perfumes y colorantes.

viernes, 27 de septiembre de 2013

Usos de El n-propanol

El n-propanol es un disolvente utilizado en lacas, cosméticos, lociones dentales, tintas de impresión, lentes de contacto y líquidos de frenos. También sirve como antiséptico, aromatizante sintético de bebidas no alcohólicas y alimentos, producto químico intermedio y desinfectante. El isopropanol es otro disolvente industrial importante que se utiliza como anticongelante, en aceites y tintas de secado rápido, en la desnaturalización de alcoholesy en perfumes. Se emplea como antiséptico y sustitutivo del alcohol etílico en cosméticos (p. ej. lociones para la piel, tónicos capilares y alcohol para fricciones), pero no puede utilizarse en productos farmacéuticos aplicados internamente. El isopropanol es un ingrediente de jabones líquidos, limpiacristales, aromati- zante sintético de bebidas no alcohólicas y alimentos y producto químico intermedio.

Usos de los alcoholes


Los alcoholes se utilizan como productos químicos intermedios y disolventes en las industrias de textiles, colorantes, productos químicos, detergentes, perfumes, alimentos, bebidas, cosméticos, pinturas y barnices. Algunos compuestos se utilizan también en la desnaturalización del alcohol, en productos de limpieza, aceites
y tintas de secado rápido, anticongelantes, agentes espumígenos y en la flotación de minerales.

ALCOHOLES

Los alcoholes son compuestos orgánicos formados a partir de los hidrocarburos mediante la sustitución de uno o más grupos hidroxilo por un número igual de átomos de hidrógeno. El término se hace también extensivo a diversos productos sustituidos que tienen carácter neutro y que contienen uno o más grupos alcoholes.

USOS del paraformaldehído

El. paraformaldehído es el polímero comercial más habitual obtenido a partir de formaldehído y consiste en una mezcla de productos con distintos grados de polimerización. Se utiliza en fungicidas, desinfectantes, bactericidas y en la fabricación de adhesivos.

jueves, 26 de septiembre de 2013

Medidas de salud y seguridad de los ACIDOS Y ANHIDRIDOS ORGANICOS

Todos los ácidos deben almacenarse lejos de fuentes de ignición y sustancias oxidantes. Las áreas de almacenamiento deben estar bien ventiladas para evitar la acumulación de concentraciones peligrosas. Los envases deben ser de acero inoxidable o cristal. En caso de fugas o derrames, el ácido acético debe neutralizarse con soluciones alcalinas. Se instalarán surtidores de agua para el la- vado de los ojos y duchas de urgencia para la eliminación del ácido en caso de contacto con la piel o con los ojos. Es esencial que los envases estén correctamente etiquetados, y para todas las formas de transporte, el ácido acético se clasifica como sustancia peligrosa.
Para prevenir daños de las vías respiratorias y las mucosas, la concentración atmosférica de ácidos orgánicos y anhídridos con alta presión de vapor debe mantenerse por debajo de los niveles máximos permisibles mediante la utilización de dispositivos de higiene industrial, como extractores locales, ventilación general y determinación periódica de las concentraciones atmosféricas de ácido acético. En ausencia de vapores de otros ácidos, la detec- ción y el análisis se realizan mediante borboteo en una solución alcalina y determinación del álcali residual; en presencia de otros ácidos, antes tenía que recurrirse a la destilación fraccionada, pero en la actualidad se dispone de un método de cromatografía de gases para la determinación en aire o agua. Las exposiciones a polvo deben reducirse al mínimo.
Las personas que trabajan con ácido puro o con soluciones concentradas deben utilizar ropas protectoras, además de ele- mentos de protección para la cara, los ojos, las manos y los bra- zos. También utilizarán equipos de protección respiratoria. Deberán existir unas instalaciones sanitarias adecuadas y se fo- mentará una buena higiene personal.


Riesgos de El El oxalato de dietilo

El oxalato de dietilo es ligeramente soluble en agua y miscible en cualquier proporción con muchos disolventes orgánicos. Se trata de un líquido incoloro, inestable y aceitoso obtenido mediante es- terificación de alcohol etílico y ácido oxálico. Al igual que otros ésteres de oxalato líquidos, se utiliza como disolvente de muchas resinas naturales y sintéticas.
Los síntomas observados en ratas, tras la ingestión de grandes cantidades de dietil oxalato, fueron trastornos respiratorios y con- tracciones musculares bruscas. Se hallaron grandes depósitos de oxalato en los túbulos renales de ratas que habían recibido una dosis oral de 400 mg/kg. Se ha notificado que los trabajadores expuestos durante varios meses a 0,76 mg/l de oxalato de dietilo desarrollaron un cuadro consistente en debilidad, cefaleas y náuseas, junto con pequeñas variaciones en el recuento de células sanguíneas. A causa de la baja presión de vapor de esta sustancia a temperatura ambiente, las concentraciones en el aire declara- das bien pudieron ser erróneas. Además, durante esta operación se utilizaron también algunas cantidades de acetato de diamilo y carbonato de dietilo.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Riesgos de El Acido oxálico y sus derivados.

Acido oxálico y sus derivados. El ácido oxálico es un ácido fuerte que, bien en forma sólida o en solución concentrada, produce quemaduras de la piel, los ojos y las mucosas. Las concentraciones de ácido oxálico de 5 a 10 % son irritantes si la exposición es prolongada. Se han registrado algunos casos mortales por ingestión de cantidades tan pequeñas como 5 g de ácido oxálico. Los síntomas aparecen rápidamente y se caracterizan por un estado similar al shock, colapso y convulsiones. En estos casos puede observarse una insuficiencia renal marcada con precipitación de oxalato cálcico en los túbulos renales. Los episodios convulsivos se cree que son resultado de la hipocalcemia. Se ha comprobado que la exposición crónica de la piel a soluciones de ácido oxálico u oxalato potásico causa dolor localizado, cianosis en los dedos e, incluso, gangrena. Esto se debe aparentemente a una absorción localizada del ácido oxálico que produce arteritis. Las lesiones sistémicas crónicas por inhalación de ácido oxálico son poco fre- cuentes, aunque se ha descrito un caso de exposición a vapores calientes de ácido oxálico (que probablemente contenían un aero- sol de ácido oxálico), con síntomas generalizados de pérdida de peso e inflamación crónica del tracto respiratorio superior. De- bido a la naturaleza fuertemente ácida del polvo de ácido oxálico, la exposición al mismo debe controlarse rigurosamente y las con- centraciones en el lugar de trabajo deben mantenerse dentro de unos límites aceptables para la salud.

Riesgos de El El anhídrido maleico

El anhídrido maleico produce quemaduras graves en la piel y los ojos por contacto de la piel húmeda con soluciones o escamas de anhídrido maleico. Es un compuesto que produce sensibilización de la piel y que exige la adopción de precauciones estrictas para evitar el contacto con la piel o los ojos. Los trabajadores deben llevar gafas adecuadas y prendas protectoras y es muy importante que tengan acceso a equipos de irrigación ocular. Cuando el anhídrido maleico se encuentra en suspensión en la atmósfera de trabajo, en forma de finas partículas, pueden formarse mezclas explosivas con el aire. Los condensadores donde el producto sublimado se deposita en forma de finos cristales deberán estar colocados en posición segura, fuera de las áreas ocupadas por el personal.
Se han dado algunos casos de edema pulmonar causado por el anhídrido trimelítico en trabajadores sometidos a una exposi- ción aguda intensa, y de sensibilización de las vías respiratorias después de la exposición durante semanas o años, con rinitis o asma. Se han comunicado varios incidentes por exposición profe- sional a TMA. Se han descrito dos casos de edema pulmonar por exposición mediante inhalación múltiple a resinas epoxídicas que contenían TMA y que fueron pulverizadas sobre tuberías calien- tes. Aunque no se especificaron los niveles de exposición, la ausencia de irritación del tracto respiratorio superior durante la exposición podría indicar una reacción de hipersensibilidad. En otro informe, 14 trabajadores que participaban en la síntesis de TMA presentaron síntomas respiratorios por sensibilización a TMA. En este estudio se observaron tres respuestas distintas. La primera, rinitis o asma se desarrolló como consecuencia de una exposición durante semanas o años. Una vez sensibilizados, los trabajadores expuestos presentaron síntomas inmediatamente después del contacto con TMA, que remitieron al cesar la exposi- ción. Una segunda respuesta, que también implicó sensibiliza- ción, produjo síntomas tardíos (tos, respiración sibilante y dificultosa) entre 4 y 8 horas después de que cesara la exposición. La tercera respuesta fue un efecto irritante después de exposicio- nes iniciales altas.
El National Institute for Occupational Safety and Health (NIOSH) de Estados Unidos realizó un estudio de los efectos ad- versos en la salud, con medición de las concentraciones de TMA en el aire. Treinta trabajadores que participaban en la fabricación de una pintura epoxídica presentaron irritación de los ojos, la piel, la nariz y la garganta, disnea, tos, ardor, náuseas y cefalea. Por término medio, los niveles de exposición profesional por con- taminación ambiental fueron de 1,5 mg/m3 de TMA (intervalo desde indetectable a 4,0 mg/m3) durante las operaciones de procesado y de 2,8 mg/m3 de TMA (intervalo desde indetec- table a 7,5 mg/m3) durante los procedimientos de descon- taminación.
Estudios experimentales con ratas han demostrado la presencia de hemorragia intraalveolar con exposiciones subagudas a TMA a concentraciones de 0,08 mg/m3. La presión de vapor a 20 ºC (4 × 10-6 mm Hg) corresponde a una concentración algo mayor de 0,04 mg/m3.

martes, 24 de septiembre de 2013

Riesgos de El anhídrido butírico

El anhídrido butírico se obtiene mediante hidrogenación catalítica del ácido crotónico. El anhídrido butírico y el anhídrido propiónico presentan riesgos similares a los del anhídrido acético.


Riesgos de el Anhídrido acético

Anhídrido acético. Cuando se expone al calor, el anhídrido acé- tico libera humos tóxicos que pueden explotar en presencia de una llama. Reacciona violentamente con ácidos fuertes y oxi- dantes como ácido sulfúrico, ácido nítrico, ácido clorhídrido, permanganatos, trióxido de cromo y peróxido de hidrógeno, así como con sosa.
El anhídrido acético es un potente irritante y tiene propiedades corrosivas cuando contacta con los ojos, por regla general de forma retardada. El contacto va seguido de lagrimeo, fotofobia, conjuntivitis y edema de córnea. La inhalación puede causar irritación de la nasofaringe y el tracto respiratorio superior, con sensación de quemazón, tos y disnea. Las exposiciones prolongadas pueden determinar la aparición de edema pulmonar. La ingestión de este producto causa dolor, náuseas y vómitos. En caso de contacto prolongado con la piel puede aparecer dermatitis.
Siempre que exista peligro de contacto con esta sustancia, se recomienda el uso de ropas y gafas protectoras y la disponibilidad de duchas e instalaciones para el lavado de los ojos. Para concen- traciones de hasta 250 ppm se recomienda el uso de respiradores con filtros químicos y para concentraciones de 1.000 ppm se re- comienda el uso de máscaras integrales de protección respiratoria con suministro de aire. En caso de incendio tendrán que utiliz- arse aparatos respiradores autónomos.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Riesgos de El anhídrido ftálico

El anhídrido ftálico es inflamable y conlleva un peligro moderado de incendio. Su toxicidad es comparativamente baja en relación con otros anhídrido ácidos industriales, pero actúa como irritante de la piel, los ojos y el tracto respiratorio superior. Puesto que el anhídrido ftálico no tiene efecto alguno sobre la piel seca, pero produce quemaduras en la piel húmeda, es probable que el pro- ducto realmente irritante sea el ácido ftálico que se forma en con- tacto con el agua.
El anhídrido ftálico debe almacenarse en un lugar fresco y bien ventilado, alejado de llamas abiertas y sustancias oxidantes. En los lugares donde se manipule esta sustancia tiene que existir un buen sistema de ventilación local y general. En muchos procesos, el anhídrido ftálico se utiliza no en forma de copos sino en forma de líquido, que se envía a las industrias en tanques y se bombea directamente a un sistema de conducciones, con lo cual se evita el contacto directo con el producto y la contaminación del aire con el polvo. Este método ha tenido como resultado la completa desa- parición de todas las manifestaciones irritativas en los trabaja- dores de este tipo de industrias. Sin embargo, debe tenerse siempre en cuenta que los vapores emitidos por el anhídrido ftálico líquido son tan irritantes como los copos o las escamas, por lo que debe prevenirse cualquier tipo de fuga en el sistema de conducciones. En caso de salpicaduras o contacto con la piel, ésta debe lavarse inmediatamente con agua abundante.
Los trabajadores que manipulan derivados del anhidrido ftálico deben mantenerse bajo control médico, prestando una atención especial a los síntomas de asma y sensibilización de la piel. Si se observa alguno de estos síntomas, el trabajador tendrá que ser asignado a otro puesto de trabajo. Sea como fuere, el contacto con la piel debe evitarse siempre. Se recomienda el uso de ropa protectora como guantes de goma. Los trabajadores deben someterse a un examen médico previo al empleo para tener la seguridad de que ninguna persona con asma bronquial, eczema u otras enfermedades alérgicas se vea expuestas al anhídrido ftálico.

Riesgos de Los anhídridos de ácidos

Los anhídridos de ácidos tienen puntos de ebullición más altos que los correspondientes ácidos. Sus efectos fisiológicos general- mente recuerdan a los de los correspondientes ácidos, si bien son irritantes más potentes de los ojos cuando están en fase de vapor, pudiendo producir conjuntivitis crónica. Se hidrolizan lenta- mente en contacto con los tejidos corporales y ocasionalmente provocan sensibilización. Debe existir un sistema adecuado de ventilación y los trabajadores dispondrán de equipos de protec- ción individual. En algunas circunstancias, sobre todo cuando tengan que realizarse labores de mantenimiento, los trabajadores tendrán que utilizar equipos adecuados de protección ocular y respiratoria.
Se han descrito algunos casos de conjuntivitis, secreciones na- sales sanguinolentas, atrofia de la mucosa nasal, ronquera, tos y bronquitis en trabajadores empleados en la producción de ácido y anhídrido ftálico. Se ha reconocido que el anhídrido ftálico causa asma bronquial, y se han detectado casos de sensibi- lización de la piel después de una exposición prolongada a anhídrido ftálico. La lesión más frecuente es una dermatitis alérgica. También se ha identificado una IgE específica del anhídrido ftálico.

domingo, 22 de septiembre de 2013

Riesgos de El ácido sórbico

El ácido sórbico se utiliza como fungicida en los alimentos. Es un irritante primario de la piel y puede provocar reacciones de sensibilización. Por esta razón se debe evitar todo contacto con la piel. El ácido salicílico es un poderoso irritante de la piel y las mucosas. Los trabajadores deben adoptar precauciones estrictas para evitar el contacto con esta sustancia.

Riesgos de El ácido glicólico

El ácido glicólico es más fuerte que el acético y produce quemadu- ras químicas muy graves en la piel y los ojos. No se conocen efec- tos acumulativos y se cree que se metaboliza a glicina. En su manipulación deben adoptarse precauciones estrictas, similares a las recomendadas para el ácido acético. Las soluciones concen- tradas pueden provocar quemaduras en la piel y los ojos. Las personas que manipulen soluciones concentradas de este ácido deben utilizar equipos de protección individual.

sábado, 21 de septiembre de 2013

Riesgos de El Acido cloroacético

Acido cloroacético. Esta sustancia es muy reactiva y debe manipularse con precaución. Cuando exista la posibilidad de que los tra- bajadores entren en contacto con soluciones concentradas, deberán ir protegidos obligatoriamente con guantes, gafas, botas de goma y mandiles impermeables.

Riesgos de El Acido fluoroacético

Acido fluoroacético. Los ácidos di y trifluoroacético presentan un nivel de toxicidad menor que el ácido monofluoroacético (ácido fluoroacético). El ácido monofluoroacético y sus compuestos son es- tables, muy tóxicos y perniciosos. Al menos cuatro plantas de Sudáfrica y Australia deben su toxicidad a este ácido (Dichapetalum cymosum, Acacia georginae, Palicourea marogravii) y recientemente se ha comprobado que más de 30 especies de Gastrolobium y Oxylobrium en la zona oeste de Australia contienen cantidades variables de fluoroacetato.
El mecanismo biológico responsable de los síntomas de intoxicación por fluoroacetato es la “síntesis letal” de ácido fluorocítrico, el cual, a su vez, bloquea el ciclo de los ácidos tricarboxílicos por inhibición de la enzima aconitasa. La privación resultante de energía al detenerse el ciclo de Krebs va seguida de disfunción celular y muerte. Por otro lado, es imposible especifi- car cuál es la dosis tóxica de ácido fluoroacético para el ser hu- mano; probablemente esté comprendida entre 2 y 10 mg/kg, si bien existen algunos fluoroacetatos mucho más tóxicos. En gen- eral, una o dos gotas del tóxico por inhalación, ingestión o absorción, a través de cortes o abrasiones de la piel o a través de la piel intacta, pueden resultar mortales.
De los estudios realizados en hospitales por casos de intoxica- ción parece deducirse que los principales efectos tóxicos de los fluoroacetatos en el ser humano afectan al sistema nervioso central y al sistema cardiovascular. Las víctimas sufren convulsiones epileptiformes graves que se alternan con coma y depresión. La muerte puede sobrevenir por asfixia durante una convulsión o por insuficiencia respiratoria. No obstante, los síntomas más característicos son las irregularidades cardíacas, una marcada fibrilación ventricular y parada cardíaca. Estos síntomas (que no se pueden diferenciar de todos los demás que se observan con fre- cuencia en la práctica clínica) suelen ir precedidos de un período inicial de latencia superior a 6 horas, caracterizado por náuseas, vómitos, sialorrea, entumecimiento, sensación de hormigueo, epi- gastralgias y opresión. Posteriormente pueden aparecer otros sig- nos y síntomas, como contracturas musculares, descenso de la tensión arterial y visión borrosa.

viernes, 20 de septiembre de 2013

Riesgos de los Acidos acéticos halogenados

Los ácidos acéticos halogenados son muy reactivos. Entre ellos se encuentran el ácido cloroacético, el ácido dicloroacético (DCA), el ácido tricloroacético (TCA), el ácido bromoacético, el ácido iodoacético, el ácido fluoroacético y el ácido trifluoroacético (TFA). Los ácidos acéticos halogenados causan graves lesiones en la piel y las mucosas y, cuando se ingieren, pueden interferir con sistemas enzimáticos esenciales del organismo. Su manipulación exige la adopción de precauciones estrictas. Estos ácidos deben prepararse y utilizarse en recintos cerrados que sólo se abrirán el tiempo necesario para su manipulación. Deberán existir extracto- res de aire para asegurar que los humos o vapores no escapen por otras aberturas que las establecidas para tal fin. Los trabajadores encargados de su manipulación deben utilizar equipos de protec- ción personal y siempre deben disponer de equipos de protección ocular y respiratoria para utilizarlos en caso necesario.

Riesgos de El ácido fumárico y El ácido adípico

El ácido fumárico es un ácido relativamente débil y poco soluble en agua. Es un metabolito normal y menos tóxico por vía oral que el ácido tartárico. Produce una leve irritación de la piel y las mucosas y no se han descrito problemas relacionados con su ma- nipulación industrial.
El ácido adípico no es irritante y su toxicidad por ingestión es muy baja.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Riesgos de El ácido maleico

El ácido maleico es un ácido fuerte que produce una marcada ir- ritación de la piel y las mucosas. A partir de concentraciones del
5 % puede producir algunos efectos graves, particularmente en los ojos. No se han descrito efectos tóxicos acumulativos en el ser humano. El principal riesgo en la industria es la irritación de las superficies expuestas que, en su caso, debe prevenirse con el uso del equipo de protección personal adecuado generalmente consis- tente en guantes o manoplas impermeables.

Riesgos de El ácido propiónico

El ácido propiónico en solución posee propiedades corrosivas sobre algunos metales. Es un irritante de los ojos, la piel y el sistema respiratorio. Se recomienda la adopción de las mismas precauciones que para la exposición a ácido fórmico, aunque teniendo en cuenta el menor punto de ignición del ácido propiónico.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Riesgos del Acido fórmico.

Acido fórmico. El principal riesgo de esta sustancia reside en su capacidad de producir graves lesiones en la piel, los ojos y las mucosas. Los casos de sensibilización son raros, pero pueden darse en personas previamente sensibilizadas al formaldehído. Las lesiones accidentales son las mismas que las producidas por otros ácidos relativamente fuertes. No se han observado efectos crónicos o retardados. El ácido fórmico es un líquido inflamable y sus vapores forman mezclas inflamables y explosivas con el aire.

Riesgos del Acido acético.

Los vapores de ácido acético pueden formar mezclas explosivas con el aire, constituyendo un riesgo de incendio, bien directamente o por liberación de hidrógeno. El ácido acético glacial y el ácido acético concentrado son muy irritantes para la piel y producen eritema (enrojecimiento), quemaduras químicas y ampollas. En casos de ingestión accidental, se han observado lesiones ulceronecróticas graves del tracto digestivo superior, con vómitos sanguinolentos, diarrea, shock y hemoglobinuria seguida de anuria y uremia.
Los vapores de ácido acético tienen una acción irritante en las mucosas, sobre todo en la conjuntiva, la rinofaringe y el tracto respiratorio superior. En una mujer que había inhalado vapores de ácido acético, produciéndole desvanecimiento, se desarrolló una bronconeumonía aguda.
Trabajadores expuestos durante varios años a concentraciones de ácido acético superiores a 200 ppm han llegado a sufrir edema palpebral, con hipertrofia de los ganglios linfáticos, hiperemia conjuntival, faringitis crónica, bronquitis catarral crónica y, en algunos casos, bronquitis asmática y signos de erosión en la superfi- cie vestibular de los dientes (incisivos y caninos).

La aclimatación puede ser considerable, pero eso no significa que desaparezcan los efectos tóxicos. Por ejemplo, las exposicio- nes reiteradas pueden causar trastornos digestivos, con pirosis y estreñimiento. La piel de la palma de las manos es la que sufre una mayor exposición, llegando a secarse y agrietarse y tornán- dose hiperqueratótica, por lo que las pequeñas erosiones y cortes cicatrizan lentamente.

martes, 17 de septiembre de 2013

Riesgos de Los ácidos monocarboxílicos insaturados

Los ácidos monocarboxílicos insaturados son sustancias muy reacti- vas y están reconocidos como irritantes graves de la piel, los ojos y el tracto respiratorio en solución concentrada. Las exposiciones agudas parecen entrañar más riesgos que las exposiciones crónicas.
La mayoría de estos ácidos presentan un riesgo mínimo cuando la exposición es crónica y a bajas concentraciones y muchos están presentes en los procesos normales del metabolismo humano. No obstante, algunos de estos ácidos tienen importantes efectos irritantes, particularmente cuando se encuentran en soluciones concentradas o en forma de polvo. La sensibi- lización es poco frecuente. Puesto que estos productos son sólidos a temperatura ambiente, el contacto se produce normalmente con polvo o cristales.

Riesgos de Los ácidos monocarboxílicos saturados de cadena larga (ácidos grasos)

Los ácidos monocarboxílicos saturados de cadena larga (ácidos grasos) no son irritantes y exhiben una toxicidad muy baja. Su uso industrial plantea pocos problemas.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Riesgos Acidos monocarboxílicos

Los ácidos monocarboxílicos de bajo peso molecular son irritantes primarios y producen graves lesiones en los tejidos. Es preciso adoptar precauciones estrictas en su manipulación y utilizar equipos protectores adecuados. Las salpicaduras en la piel y los ojos deben lavarse con agua abundante. Los ácidos más importantes de este grupo son el ácido acético y el ácido fórmico.

Uso de El anhídrido propiónico

El anhídrido propiónico se usa en la fabricación de perfumes, resinas alquídicas, fármacos y colorantes, mientras que el anhídrido maleico, el anhídrido trimelítico y el anhídrido acético se utilizan en la industria de los plásticos. El anhídrido trimelítico (TMA) se emplea en las industrias de colorantes, impresión y tapicerías para automóviles. Se utiliza como agente de curado para resinas epoxi y de otros tipos, en plastificantes de vinilo, pinturas, revestimientos, colorantes, pigmentos y muchos otros productos manufacturados. Otras aplicaciones de estos productos son los plásticos termorresistentes, el aislamiento de cables y las juntas.


domingo, 15 de septiembre de 2013

Uso de el anhídrido ftálico

El anhídrido ftálico sirve de plastificante en la polimerización de cloruro de vinilo. También se emplea en la producción de resinas de poliés- teres saturados e insaturados, ácido benzoico, pesticidas, y ciertas esencias y perfumes. El anhídrido ftálico se utiliza en la producción de colorantes de ftalocianina y resinas alquídicas utilizadas en pinturas y lacas. El anhídrido maleico tiene también numerosas aplicaciones.

Anhídridos de ácidos orgánicos

Un anhídrido se define como un óxido que al combinarse con agua produce un ácido o una base. Los anhídridos ácidos se obtienen por eliminación del agua de dos moléculas del ácido correspondiente, como:

2HMnO ® Mn O +H O

Los anhídridos más importantes en la industria son el acético y el ftálico. El anhídrido acético se utiliza en las industrias de plásticos, explosivos, perfumes, alimentos, tejidos y productos farmacéuticos y como producto químico intermedio.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Usos del ácido nafténico

El ácido nafténico comercial suele ser una mezcla de ácidos nafté- nicos de color oscuro y olor fétido. Los ácidos nafténicos se derivan de las cicloparafinas del petróleo, probablemente por oxidación. Los ácidos comerciales son habitualmente mezclas líquidas viscosas en las que puede separarse una fracción de desti- lación de temperatura de ebullición alta y otra baja. Los pesos moleculares van desde 180 hasta 350. Se utilizan sobre todo en la preparación de secantes de pinturas donde las sales metálicas, como plomo, cobalto y manganeso, actúan como agentes oxi- dantes. Los ácidos nafténicos metálicos se utilizan como cataliza- dores de reacciones químicas. Una ventaja industrial es su solubilidad en aceite.

Uso de El ácido oxálico

El ácido oxálico es un desengrasante utilizado en el acabado, desforramiento y limpieza de tejidos, así como un ingrediente de fórmulas para la limpieza de metales. Se emplea también en las industrias del papel, fotografía y caucho, en el estampado y tinción de telas de algodón, en la decoloración de sombreros de paja y cuero, y en la limpieza de madera. El ácido aminoacético se utiliza como tampón y en síntesis. El ácido peracético se utiliza como decol- orante, catalizador y oxidante.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Usos de Los ácidos dicarboxílicos

Los ácidos dicarboxílicos (ácido succínico, ácido maleico, ácido fumárico, ácido adípico) y el ácido tricarboxílico (ácido cítrico) son útiles en las industrias de alimentos, bebidas y productos farmacéu- ticos. El ácido succínico se utiliza también en la fabricación de lacas y colorantes. El ácido maleico se emplea en la fabricación de resinas sintéticas y en síntesis orgánicas, actúa como conservante de aceites y grasas y sus sales se utilizan en la tinción de algodón, lana y seda. El ácido fumárico se utiliza en poliésteres y resinas alquílicas, revestimientos de plásticos, acidulantes alimentarios, tintas y síntesis orgánicas. El ácido adípico se utiliza sobre todo para la producción de nylon, aunque también se encuentran pequeñas cantidades en plastificantes, lubricantes sintéticos, poliuretanos y acidulantes alimentarios.

Usos de El El ácido láctico, el ácido butírico, El ácido glicólico y el ácido gálico

El ácido láctico, el ácido butírico y el ácido gálico se utilizan en la industria del cuero y los curtidos. El ácido láctico también se emplea en adhesivos, plásticos y tejidos; sirve como acidulante alimentario y agente acidificante de pozos de petróleo. El ácido glicólico se utiliza en las industrias del cuero, tejidos, galvanoplastia, adhesivos y limpieza de metales.

jueves, 12 de septiembre de 2013

Usos del El ácido acrílico, el ácido metacrílico y el ácido crotónico

El ácido acrílico, el ácido metacrílico y el ácido crotónico se emplean en la fabricación de resinas y plastifi- cantes en las industrias de papel, plásticos y pinturas. El ácido acrílico es también un ingrediente de formulaciones de cera para suelos. El ácido crotónico se utiliza en la fabricación de agentes de reblandecimiento para el caucho sintético.

Usos del ácido palmítico y el ácido esteárico

El ácido palmítico y el ácido esteárico se emplean frecuentemente en jabones, cosméticos, detergentes, lubricantes, revestimientos protectores y productos químicos intermedios. El ácido propiónico se utiliza en síntesis orgánicas. También es un inhibidor de hongos y un conservante alimentario.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Usos del ácido cloroacético

El ácido cloroacético se utiliza en las industrias farmacéutica, química y de fabricación de colorantes y como producto químico intermedio. El ácido salicílico sirve también como producto químico intermedio en la síntesis de aspirina y en las industrias de caucho y colorantes. El ácido benzoico, el ácido nonanoico, el ácido ascórbico y el ácido oleico (ácido 9-octadecenoico) son otros compuestos utilizados en las industrias de alimentos y bebidas y en la indus- tria farmacéutica.

Usos de El ácido fórmico y el ácido acético

El ácido fórmico y el ácido acético son los principales productos químicos industriales del grupo de los ácidos monocarboxílicos saturados. El ácido fórmico se utiliza sobre todo en las industrias textil y del cuero. Actúa como agente agotador de tintes de diversas fibras naturales y sintéticas y como agente reductor en la tin- ción de cromo. El ácido fórmico se utiliza como agente descalcificante y neutralizante en la industria del cuero, como coagulante para látex de caucho y en la fabricación de fumigantes e insecticidas. El ácido acético sirve de producto químico intermedio, agente descalcificante en el curtido del cuero, disolvente
y acidificante de pozos de petróleo. Además se utiliza como aditivo en distintos alimentos y en el vidriado y como catalizador y agente de acabado en las industrias de colorantes y tejidos.
Con la fermentación aerobia (Acetobacter) de soluciones alcohólicas, se obtiene ácido acético a concentraciones bajas (el vinagre contiene aproximadamente entre un4y un6 %). El ácido acético es uno de los ácidos orgánicos más utilizados. Se emplea en la producción de acetato de celulosa, acetato de vinilo, acetatos inorgánicos, acetatos orgánicos y anhídrido acético. El ácido acé- tico como tal se utiliza en la industrias de colorantes, productos farmacéuticos, enlatado y conservación de alimentos y produc- ción de pigmentos.

martes, 10 de septiembre de 2013

Usos de los ACIDOS Y ANHIDRIDOS ORGANICOS

Los ácidos orgánicos se utilizan en las industrias de plásticos, cur- tidos, textiles, papel, metales, productos farmacéuticos, alimentos, bebidas y cosméticos. También se encuentran en perfumes, her- bicidas, colorantes, lubricantes y productos de limpieza.

Catalizadores. - Acido sulfúrico

Cuando se utilice un catalizador de vanadio en el método de contacto, los trabajadores deberán protegerse de la exposición a emisiones de vanadiato amónico y pentóxido de vanadio, que se utilizan sobre un soporte de diatomita o gel de sílice.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Incendios y explosiones - Acido sulfúrico

El ácido sulfúrico y el ácido sulfúrico fumante no son inflamables por sí mismos, pero reaccionan violentamente con muchas sustancias, sobre todo materiales orgánicos, con liberación de calor suficiente como para provocar un incendio o explosión; además, el hidrógeno liberado durante la reacción con metales puede formar una mezcla explosiva con el aire.

Medidas de salud y seguridad - Acido sulfúrico

Las medidas más eficaces son el completo cerramiento de los procesos y la mecanización de los procedimientos de manipulación para evitar el contacto de los trabajadores con el ácido sulfúrico. Se prestará una atención especial a los procesos de almacenamiento, manipulación y apli- cación, a la ventilación e iluminación de los puestos de trabajo, al mantenimiento y a la limpieza, y al uso de equipos de protección personal. Además de las precauciones generales antes indicadas, el ácido sulfúrico no debe almacenarse en la proximidad de cromatos, cloratos o sustancias similares, por el peligro de incendio o explosión.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Riesgos. - Acido Sulfúrico

La acción del ácido sulfúrico en el organismo es la propia de un agente tóxico general y un potente cáustico. Cuando se introduce en el organismo, bien sea en forma líquida
o vapor, produce gran irritación y quemaduras químicas en las mucosas de los tractos digestivo y respiratorio, los dientes, los ojos y la piel. En contacto con la piel, el ácido sulfúrico produce una intensa deshidratación, con liberación de calor suficiente para producir quemaduras similares a las térmicas, que pueden ser de primero, segundo o tercer grado. La profundidad de estas lesiones depende de la concentración del ácido y de la duración del contacto. La inhalación de vapores de esta sustancia produce los siguientes síntomas: secreción nasal, estornudos, sensación de quemazón en la garganta y la región retroesternal. Estos síntomas van seguidos por tos, dificultad respiratoria, a veces acompañada de espasmos de las cuerdas vocales, y sensación de quemazón en los ojos, con lagrimeo y congestión de la conjuntiva. Los vapores con altas concentraciones de ácido sulfúrico pueden causar secre- ciones nasales y esputos sanguinolentos, hematemesis, gastritis, etc. Son también frecuentes las lesiones dentales, que afectan sobre todo a los incisivos, los cuales se tornan de color marrón, con estriaciones en el esmalte, caries y destrucción rápida e indo- lora de la corona dental.
Las exposiciones profesionales a vapores de ácidos inorgánicos fuertes, como los del ácido sulfúrico, han sido clasificadas por la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer
(IARC) como cancerígenos humanos.
Las lesiones que se encuentra con más frecuencia en los traba- jadores empleados en los procesos de producción de ácido sulfú- rico son las quemaduras químicas. Las soluciones concentradas causan quemaduras profundas en las mucosas y la piel. Inicial- mente la zona que ha contactado con el ácido está blanquecina, tornándose más tarde de color marrón para, finalmente, aparecer una úlcera perfectamente definida sobre una zona ligeramente enrojecida. Estas lesiones tardan mucho tiempo en curar y, con frecuencia, dejan extensas cicatrices que producen impotencia funcional. Si la quemadura es muy extensa, el pronóstico puede ser fatal. El contacto repetido de la piel con soluciones poco concentradas de este ácido produce desecación de la piel, ulcera- ciones en las manos y panadizo o inflamación crónica purulenta alrededor de las uñas. Las salpicaduras de ácido sulfúrico en los ojos son particularmente graves, pudiendo causar ulceración profunda de la córnea, queratoconjuntivitis y lesiones palpebrales con graves secuelas.
La acción general tóxica del ácido sulfúrico determina una depleción alcalina del organismo, es decir, una acidosis que afecta al sistema nervioso central y produce agitación, marcha vacilante y debilidad generalizada.

Acido sulfúrico

El ácido sulfúrico es un ácido fuerte que, cuando se calienta por encima de 30 ºC, desprende vapores y, por encima de 200 ºC, emite trióxido de azufre. En frío, reacciona con todos los metales, incluido el platino; en caliente, su reactividad se intensifica. El ácido sulfúrico diluido disuelve el aluminio, el cromo, el cobalto, el cobre, el hierro, el manganeso, el níquel y el zinc, pero no el plomo ni el mercurio. Tiene una gran afinidad por el agua, y es por esta razón que absorbe la humedad de la atmósfera y extrae el agua de las materias orgánicas, carbonizándolas. Descompone las sales de todos los demás ácidos, excepto las del ácido silícico.
El ácido sulfúrico se encuentra, en estado natural, en las proxi- midades de algunos volcanes y, sobre todo, en los gases volcánicos.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Acido nítrico Medidas de salud y seguridad.

Según la cantidad y la concentración, el ácido nítrico debe almacenarse en envases de acero inoxi- dable, aluminio o vidrio. Las bombonas de vidrio o winchesters dispondrán de una protección metálica para que puedan resistir los golpes. Sin embargo, cuando se trate de ácido nítrico que contenga algún compuesto fluorado, no se podrá almacenar en envases de vidrio. Los materiales orgánicos como madera, paja, serrín, etc, deben mantenerse alejados del lugar donde se realicen operaciones con ácido nítrico. En los casos en que se tenga que diluir ácido nítrico en agua, se verterá el ácido sobre el agua, evitando así el calentamiento.

Acido nítrico Riesgos para la salud.

Las soluciones de ácido nítrico son muy corrosivas y producen lesiones en la piel, los ojos y las mucosas, cuya gravedad depende de la duración del contacto y de la concentración del ácido. Estas lesiones pueden ir desde una simple irritación hasta quemaduras y necrosis localizada después de un contacto prolongado. Los vapores de ácido nítrico son también corrosivos para la piel, las mucosas y el esmalte dental.
Los vapores de ácido nítrico contienen siempre, en diferentes proporciones, otros compuestos nitrogenados gaseosos (p. ej. óxidos de nitrógeno), dependiendo de la concentración del ácido y el tipo de operación de que se trate. Su inhalación puede causar intoxicación aguda y sobreaguda. La intoxicación sobreaguda es poco frecuente y produce la muerte rápidamente. La intoxicación aguda es más frecuente y generalmente consta de tres fases: la primera consiste en una irritación del tracto respiratorio superior (irritación de la garganta, tos, sensación de ahogo) y de los ojos, con lagrimeo. La segunda fase es desconcertante, puesto que hay ausencia de sintomatología durante varias horas. En la tercera fase reaparecen los trastornos respiratorios, pudiendo desarrollarse rápidamente un edema pulmonar, muchas veces mortal.
La ingestión accidental de ácido nítrico produce lesiones graves en la boca, la faringe, el esófago y el estómago, cuyas secuelas pueden ser graves.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Acido nítrico Incendios y explosiones

El ácido nítrico ataca a la mayor parte de las sustancias y a todos los metales, excepto a los metales nobles (oro, platino, iridio, torio, tantalio) y ciertas aleaciones. La magnitud de la reacción varía según el metal de que se trate y la concentración del ácido. Durante la reacción se producen gases como óxidos de nitrógeno, nitrógeno y amoníaco, pudiendo producir, todos ellos, efectos tóxicos o asfixiantes. Cuando el ácido nítrico entra en contacto con sodio o potasio, se produce una reacción violenta y peligrosa, liberándose nitrógeno. No obstante, en el caso de ciertos metales se forma una película de óxido protectora que previene ataques posteriores. El ácido nítrico puede reaccionar explosivamente con sulfuro de hidró- geno. Los nitratos obtenidos como resultado de la acción de este ácido sobre diferentes bases son poderosos agentes oxidantes. Incluso cuando se trata de soluciones diluidas, el ácido nítrico es una sustancia fuertemente oxidante. Las soluciones con una concentración superior al 45 % pueden provocar la ignición espontánea de materiales orgánicos como trementina, madera, paja, etc.

Acido nítrico

El ácido nítrico es altamente corrosivo y ataca a una gran cantidad de metales. Las reacciones entre el ácido nítrico y diversas sustancias orgánicas son a menudo muy exotérmicas y explosivas, y las reacciones con metales pueden producir gases tóxicos. El ácido nítrico produce quemaduras en la piel y sus vapores son muy irritantes para la piel y las mucosas. La inhalación de cantidades significativas de estos vapores puede producir intoxicación aguda.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Medidas de salud y seguridad del Acido clorhídrico

Además de las medidas generales descritas antes, este ácido nunca debe almacenarse en la proximidad de sustancias oxidantes o inflamables, como ácido nítrico o cloratos, ni cerca de metales e hidruros metálicos que puedan ser atacados por él, con liberación de hidrógeno, cuyo límite de explosividad es de 4-75 por 100 de volumen de aire. Toda la instalación eléctrica será a prueba de llamas y estará protegida contra la acción corrosiva de los vapores.

Riesgos del Acido clorhídrico

Los riesgos especiales del ácido clorhídrico son su acción corrosiva en la piel y las mucosas, la liberación de hidró- geno cuando entra en contacto con ciertos metales e hidruros metálicos, y su toxicidad. El ácido clorhídrico produce quema- duras en la piel y las mucosas cuya gravedad depende de la concentración de la solución. Estas quemaduras pueden ulcerarse quedando, más tarde, cicatrices queloides y retráctiles. El contacto de este ácido con los ojos puede provocar reducción o pérdida total de la visión. Las quemaduras faciales pueden dejar graves cicatrices graves que desfiguren el rostro. El contacto frecuente con soluciones acuosas puede determinar la aparición de una dermatitis.
Los vapores del ácido clorhídrico producen un efecto irritante en el tracto respiratorio, causando laringitis, edema de glotis, bronquitis, edema pulmonar y muerte. También son frecuentes las enfermedades digestivas, caracterizándose por necrosis dental molecular, que consiste en un proceso por el cual los dientes pierden su brillo, se tornan amarillos, blandos y afilados y, finalmente, se rompen.

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Contaminación de las aguas de los ácidos inorganicos

La contaminación de las aguas debe prevenirse prohibiendo terminantemente el vertido de aguas residuales que contengan el ácido utilizado a cloacas o cursos fluviales en tanto que el pH (acidez) no se reduzca hasta 5,5-8,5.

Acido clorhídrico

El cloruro de hidrógeno anhidro no es corrosivo, si bien la solución acuosa ataca a casi todos los metales (salvo mercurio, plata, oro, platino, tantalio y ciertas aleaciones) con liberación de hidrógeno. El ácido clorhídrico reacciona con sulfuros para formar cloruros y sulfuro de hidrógeno. Es un compuesto muy estable, pero cuando se somete a a altas temperaturas se descompone, dando hidrógeno y cloro.

ACIDOS Y ANHIDRIDOS ORGANICOS

Los ácidos orgánicos y sus derivados constituyen un amplio grupo de sustancias químicas. Se utilizan en la fabricación de casi todos los productos químicos. La diferente estructura química de los ácidos orgánicos hace que sus efectos tóxicos sean muy variables. Estos compuestos ocasionan un efecto irritante primario cuya in- tensidad depende en parte de la disociación del ácido y su solubilidad en agua. Algunos pueden causar daños graves en los tejidos, similares a los producidos por los ácidos minerales fuertes. Puede aparecer también sensibilización, si bien ésta es más frecuente con los anhídridos que con los ácidos.
A los efectos de este artículo, los ácidos orgánicos se dividen en ácidos monocarboxílicos saturados e insaturados, ácidos alifáticos dicarboxílicos, ácidos acéticos halogenados, ácidos alifáticos monocarboxílicos y ácidos carboxílicos aromáticos. Son muchos los ácidos carboxílicos que tienen importancia debido a su uso en alimentos, bebidas, fármacos y distintos procesos de fabricación. Entre los más frecuentes se encuentran los siguientes: ácido adípico, ácido azelaico, ácido fumárico, ácido itacónico, ácido maleico, ácido málico, ácido oxálico, ácido pimélico, ácido sebácico, ácido succínico, ácido tartárico y ácido tiomálico.
Los ácidos monocarboxílicos saturados de cadena larga son los ácidos grasos y en su mayoría se obtienen de fuentes naturales. Tambien se fabrican ácidos grasos sintéticos mediante oxidación al aire de parafinas (hidrocarburos alifáticos) utilizando un metal como catalizador, o mediante oxidación de alcoholes con sosa cáustica.

martes, 3 de septiembre de 2013

Primeros auxilios encaso de contacto con ácidos inorgánicos

El tratamiento más importante en caso de contaminación de la piel o de los ojos con ácidos inorgánicos consiste en lavar inmediatamente la zona afectada con agua corriente. Para este fin deben colocarse estratégicamente duchas de urgencia, fuentes para lavar los ojos, baños y botellas. Las salpicaduras en los ojos deben lavarse con agua abundante. Las ropas contaminadas deben retirarse en seguida y el personal debe conocer los procedimientos de emergencia para el trata- miento de la piel. Un procedimiento habitual es la neutralización del ácido en el área afectada con una solución alcalina, como bicarbonato sódico al 2-3 % o carbonato sódico al5%e hiposul- fito sódico al5%o trietanolamina al 10 %.
Las personas que hayan inhalado vapores ácidos deben reti- rarse inmediatamente de la zona contaminada, impidiéndose que realicen ningún tipo de esfuerzo y solicitando atención médica inmediata. En caso de ingestión accidental, deberá administrarse a la víctima una sustancia neutralizante y efectuarla un lavado gástrico. En general no deben provocarse vómitos, ya que éstos podrían extender la lesión.
Supervisión médica. Los trabajadores deben someterse a exámenes médicos previos al empleo y, a partir de entonces,

a reconocimientos periódicos. El examen previo al empleo debe enfocarse a la detección de enfermedades respiratorias, gastroin- testinales o nerviosas crónicas, así como cualquier enfermedad de la piel y los ojos. Los reconocimientos periódicos deben reali- zarse a intervalos frecuentes, prestando especial atención al estado de la dentadura.

Formación para la manipulación de ácidos inorganicos

Todos los trabajadores que manipulen ácidos deben ser informados de sus propiedades peligrosas. Algunas actividades laborales, como las que se llevan a cabo en espacios cerrados o las que exigen la manipulación de grandes cantidades de ácidos, deben ser realizadas siempre por dos personas, una de ellas preparada para acudir en ayuda de la otra en caso necesario. Instalaciones sanitarias. La higiene personal tiene una impor- tancia fundamental cuando se produce contacto con ácidos inor- gánicos. Los trabajadores deben disponer de unas instalaciones sanitarias y de lavado adecuadas y se les debe insistir para que se laven cuidadosamente antes de las comidas y al final de cada turno.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Protección personal ácidos Inorganicos

Las personas expuestas a salpicaduras peli- grosas de ácidos inorgánicos deben utilizar equipos protectores resistentes a los ácidos en manos, brazos, ojos y cara, así como mandiles, monos y guardapolvos. Cuando se hayan adoptado procedimientos de trabajo seguros, no será necesario el uso de equipos de protección respiratoria, aunque siempre deberán estar disponibles para su uso en casos de emergencia, como derrames o fugas.
Cuando haya que introducirse en los tanques donde se encuentra almacenado el ácido, para su limpieza o reparación, primero tendrán que purgarse los tanques y adoptarse todas las precauciones necesarias para el acceso a espacios cerrados, según se describen en otros artículos de esta Enciclopedia.

domingo, 1 de septiembre de 2013

Manipulación de los ácidos inorganicos

En la medida de lo posible, los ácidos deben ser bombeados mediante sistemas cerrados para prevenir todo peligro de contacto. Siempre que se proceda al transporte de los envases o al trasvase del producto, se empleará el equipo apro- piado y sólo podrán realizar estos trabajos personas especiali- zadas. El trasvase de los ácidos debe realizarse con sifones especiales, bombas de trasiego o plataformas basculantes para garrafas o bidones, etc. Los cilindros de gas ácido anhidro requieren válvulas de descarga o conexiones especiales.
Los trabajadores deben saber que si los ácidos se mezclan con otros productos químicos o con agua, pueden ocurrir reacciones violentas o peligrosas. Por ejemplo, un ácido concentrado debe añadirse lentamente al agua, y no a la inversa, para así evitar la generación de un calor excesivo o reacciones violentas que pueden provocar salpicaduras o contacto con la piel y los ojos. Ventilación. Cuando, durante los procesos, se producen nieblas o vapores ácidos, como ocurre en la galvanoplastia, se deben instalar sistemas extractores de ventilación.