domingo, 8 de febrero de 2015

Riesgos Hidrocarburos alifáticos bromados Bromoformo.

. La mayor parte de la experiencia que se tiene de casos de intoxicación en personas procede de la administración oral de bromoformo y resulta difícil determinar la importancia de su toxicidad en aplicaciones industriales. El bromoformo se ha utilizado como sedante y, sobre todo, como antitusígeno, durante muchos años. La ingestión de dosis superiores a las terapéuticas
(entre 0,1 y 0,5 g) provoca estupor, hipotensión y coma. Además del efecto narcótico, también tiene una potente acción irritante y lacrimógena. La exposición a los vapores de bromoformo provoca una intensa irritación de las vías respiratorias, lagrimeo
y sialorrea. El bromoformo puede causar lesiones hepáticas y renales y, en ratones, provoca tumores tras su aplicación intrape- ritoneal. Se absorbe también a través de la piel. La exposición a concentraciones de hasta 100 mg/m3 (10 ppm) produce cefalea, mareo, dolor en la región del hígado y alteración de la función hepática.

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