jueves, 11 de junio de 2015

Riesgos de el El clorobenceno y sus derivados

El clorobenceno y sus derivados provocan irritación aguda de los ojos, la nariz y la piel. La exposición a concentraciones altas produce dolores de cabeza y crisis respiratorias. Dentro de este grupo, el hexaclorobenceno merece una mención especial. Entre
1955 y 1958 se produjo una grave epidemia en Turquía como consecuencia de la ingestión de trigo que había sido contaminado con el fungicida hexaclorobenceno. Miles de personas desarro- llaron porfiria, que comenzó con lesiones bullosas que progre- saron hasta convertirse en úlceras, con escaras pigmentadas. En niños, las lesiones iniciales recordaban a los comedones y miltos. El diez por ciento de los afectados fallecieron. En los lactantes que ingirieron leche materna contaminada con hexacloroben- ceno, la tasa de mortalidad fue del 95 %. Se detectaron descargas masivas de porfirinas en la orina y las heces de los pacientes. Incluso 20 ó 25 años después, entre el 70 y el 85 % de supervi- vientes seguían presentando hiperpigmentación y cicatrices resi- duales en la piel, así como artritis y trastornos musculares. La IARC ha clasificado el hexaclorobenceno como carcinógeno del Grupo 2B (posible carcinógeno humano).

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