Se han descrito también efectos adversos neurológicos y neuropsiquiátricos derivados de la exposición al óxido de etileno tanto en animales como en el hombre. Las ratas, conejos y monos expuestos a 357 ppm de OTE durante un período de 48 a 85 días desarrollaron deficiencias en las funciones sensoriales y motoras, así como desgaste muscular y debilidad de las extremidades posteriores. Un estudio demostró que los trabajadores expuestos
a OTE mostraban deficiencias en la respuesta sensorial a la vibración e hipoactividad en los reflejos tendinosos profundos. No se ha demostrado claramente que las personas expuestas durante largos períodos de tiempo a concentraciones bajas de óxido de etileno sufran trastornos neuropsiquiátricos. Algunos estudios y un volumen cada vez mayor de pruebas anecdóticas sugieren que el OTE induce una disfunción del SNC y deficiencias cognitivas como, por ejemplo, dificultad para pensar, problemas de memoria y tiempos de reacción más lentos en algunos tipos de pruebas.
Un estudio de personas expuestas a óxido de etileno en un entorno hospitalario ha indicado una asociación entre la exposi- ción y el desarrollo de cataratas.
Otro riesgo relacionado con la exposición al óxido de etileno es la posibilidad de que se forme etilenclorhidrina (2-cloroetanol) en presencia de humedad y de iones cloro. La etilenclorhidrina ejerce una intensa acción tóxica generalizada y algunas personas han muerto como consecuencia de la exposición a sus vapores.
El tetrahidrofurano (THF) forma peróxidos explosivos en contacto con el aire. Las explosiones pueden ocurrir también cuando el compuesto entra en contacto con aleaciones de litio-aluminio. Sus vapores y peróxidos irritan las mucosas y la piel y la sustancia es un potente narcótico.
Aunque se dispone de información limitada sobre la exposición industrial a THF, los investigadores que han realizado experi- mentos con este compuesto en animales sufrieron fuertes cefaleas occipitales y embotamiento después de cada experimento. Los animales expuestos a dosis letales de tetrahidrofurano cayeron rápidamente en narcosis, acompañada de hipotonía muscular y supresión de los reflejos de la córnea, coma y muerte. La exposi- ción a dosis tóxicas únicas produjo desvanecimiento, irritación de las mucosas con salivación y mucosidad abundante, vómitos, una marcada disminución de la presión sanguínea y relajación muscular, seguido por un sueño prolongado. En general, los animales se recuperaron de estas dosis y no mostraron indicios de cambios biológicos. Tras la exposición reiterada se observó irrita- ción de las mucosas y, en algunos casos, alteraciones renales y hepáticas. Las bebidas alcohólicas potencian el efecto tóxico de esta sustancia.
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