martes, 31 de marzo de 2020

Riesgos del Peróxido de hidrógeno. Parte 2

El contacto de la piel con el peróxido de hidrógeno en forma líquida produce una decoloración pasajera de la piel y, si la contaminación no cesa, es posible que se produzca eritema y vesiculación.
Aunque la ingestión de peróxido de hidrógeno es poco frecuente, cuando se produce puede causar irritación del tracto gastrointestinal superior. Su descomposición produce la rápida liberación de O2, provocando la distensión del esófago o el estómago y, posiblemente, graves lesiones y hemorragias internas.

La descomposición del peróxido de hidrógeno es un proceso continuo que tiene lugar incluso a velocidad lenta cuando el compuesto está inhibido y, por tanto, debe almacenarse en un lugar adecuado y en envases ventilados. El peróxido de hidrógeno de grado alto es un producto altamente energético. Cuando se descompone en oxígeno y agua, se libera gran cantidad de calor, lo que produce a su vez un aumento de la velocidad de la descomposición. La velocidad se multiplica por casi 2,2 veces con cada 10 ºC de aumento de la temperatura entre 20 y 100 ºC. Aunque las soluciones puras de peróxido de hidrógeno no suelen ser explosivas a presión atmosférica, las concentraciones de vapor del peróxido de hidrógeno en equilibrio por encima de 26 mol % (40 % en peso) se hacen explosivas a temperaturas por debajo del punto de ebullición del líquido.

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domingo, 29 de marzo de 2020

Riesgos del Peróxido de hidrógeno. Parte 1

Peróxido de hidrógeno. Esta sustancia se vende en soluciones acuosas, normalmente al 35 %, 50 % (grado industrial), 70 % y 90 % (grado alto) en peso, aunque también está disponible en soluciones al 3 %, 6 %, 27,5 % y 30 %. Asimismo, se vende según “volúmenes” (lo que significa la cantidad de gas oxígeno que se liberará por ml de solución). El peróxido de hidrógeno se estabiliza durante su fabricación para evitar la contaminación por metales y otras impurezas; pese a ello, el aditivo no podrá inhibir la descomposición si se produce una contaminación excesiva.

La exposición humana por inhalación provoca irritacion e inflamación extremas de la nariz, la garganta y el tracto respira- torio; edema pulmonar, cefalea, mareo, náuseas, vómitos, diarrea, irritabilidad, insomnio, hiperreflexia; temblores y entu- mecimiento de las extremidades, convulsiones, pérdida de la consciencia y shock. Estos últimos síntomas son el resultado de una intoxicación sistémica grave. La exposición a neblinas o pulverizaciones de peróxido de hidrógeno causa picor y lagrimeo de los ojos. Si el peróxido de hidrógeno salpica los ojos, puede producir lesiones graves, como ulceración de la córnea; en algunas raras ocasiones ésta aparece hasta una semana después de la exposición.



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viernes, 27 de marzo de 2020

Riesgos del Peróxido de benzoilo

Los peligros del peróxido de benzoilo seco se reducen considerablemente cuando éste se dispersa en diluyentes no disolventes capaces de absorber el calor liberado por su descomposición y que, además, confieren otras ventajas. 

El peróxido de benzoilo  se produce habitualmente en forma granular hidratada, con un contenido en agua del 20-30 % de agua, y en forma de pastas diversas que contienen en torno al 50 % de un plastificante y otros diluyentes. Estas formulaciones han reducido considerablemente la inflamabilidad y la sensibilidad al impacto en comparación con el peróxido de benzoilo seco. Algunas son ignífugas. Los endurecedores utilizados con cargas de resinas plásticas, como las imprimaciones para carrocerías de automóviles, contienen normalmente un 50 % de peróxido de benzoilo. Los blanqueadores de harina contienen un 32 % de peróxido de benzoilo, con un 68 % de almidón en grano y sulfato cálcico dihi- dratado o fosfato dicálcico dihidratado y se consideran no inflamables. Las cremas para combatir el acné, que tampoco son inflamables, contienen entre un 5 % y un 10 % de peróxido de benzoilo.