sábado, 2 de agosto de 2014

Riesgos Bromo y sus compuestos

El bromo está muy extendido en la naturaleza en forma de compuestos inorgánicos tales como los minerales, en el agua de mar y en los lagos salados. Los tejidos animales y vegetales también contienen pequeñas cantidades de bromo. Se obtiene a partir de lagos salados y pozos de sondeo, del agua del mar y de las aguas madres que quedan tras el tratamiento de las sales potá- sicas (silvita, carnalita).
El bromo es un líquido muy corrosivo, cuyos vapores son extremadamente irritantes para los ojos, la piel y las mucosas. En contacto prolongado con los tejidos, el bromo puede provocar quemaduras profundas que tardan mucho en cicatrizar y, a menudo, se ulceran. Asimismo, es tóxico por vía digestiva, respi- ratoria o percutánea.
En caso de existir exposición prolongada al bromo, su concentración en la atmófera de trabajo no debe superar los 0,5 mg/m3. Cuando esta concentración es igual o superior a 3-4 mg/m3, resulta imposible trabajar sin un equipo de protección respira- toria. Una concentración de 11 a 23 mg/m3 produce intenso ahogo y se acepta unánimamente que las concentraciones de 30 a 60 mg/m3 son muy peligrosas para el ser humano. Cualquier concentración en torno a 200 mg/m3 produce la muerte en muy poco tiempo.
El bromo posee propiedades acumulativas, depositándose en los tejidos en forma de bromuros y desplazando a otros halógenos
(yodo y cloro). Los efectos a largo plazo incluyen trastornos del sistema nervioso.
Las personas expuestas habitualmente a concentraciones entre tres y seis veces superiores al límite de exposición para un año presentarán dolor de cabeza, dolor precordial, mayor irritabi- lidad, pérdida de apetito, dolor en las articulaciones y dispepsia. Durante el quinto o sexto año de trabajo en tales circunstancias, puede producirse una pérdida de reflejos corneales, faringitis, alteraciones de índole vegetativa e hiperplasia tiroidea acompa- ñada de alteraciones funcionales de esta glándula. También pueden presentarse complicaciones cardiovasculares en forma de degeneración miocárdica e hipotensión, y alteraciones funcio- nales y secretoras del tracto digestivo. En la sangre se aprecian signos de inhibición de la leucopoyesis y leucocitosis. La concen- tración de bromo en sangre varía entre 0,15 mg/100 cm3 y
1,5 mg/100 cm3 con independencia del grado de intoxicación.

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