La  absorción  de  los  hidrocarburos  aromáticos  tiene  lugar  por inhalación, ingestión y, en cantidades pequeñas, por vía cutánea. En general, los derivados monoalquilados del benceno son más tóxicos que los dialquilados, y los derivados de cadena ramificada son  más  tóxicos  que  los  de  cadena  simple.  Los  hidrocarburos aromáticos se metabolizan mediante la biooxidación del anillo. Si existen cadenas laterales, preferiblemente de grupos metilo, éstas se oxidan y el anillo permanece sin modificar. En gran parte se convierten   en   compuestos   hidrosolubles   y   posteriormente se  conjugan  con  glicina,  ácido  glucurónico  o  ácido  sulfúrico y se eliminan en la orina.
Los hidrocarburos aromáticos pueden causar efectos agudos y crónicos  en  el  sistema  nervioso  central.  La  intoxicación  aguda por estos compuestos produce cefalea, náuseas, mareo, desorien- tación, confusión e inquietud. La exposición aguda a dosis altas puede incluso provocar pérdida de consciencia y depresión respi- ratoria. Uno de los efectos agudos más conocidos es la irritación respiratoria (tos y dolor de garganta). También se han observado síntomas  cardiovasculares,  como  palpitaciones  y  mareos.  Los síntomas  neurológicos  de  la  exposición  crónica  pueden  ser: cambios  de  conducta,  depresión,  alteraciones  del  estado  de ánimo y cambios de la personalidad y de la función intelectual. También se sabe que la exposición crónica produce o contribuye
a producir neuropatía distal en algunos pacientes. El tolueno se ha  asociado  con  un  síndrome  persistente  de  ataxia  cerebelar. Otros efectos crónicos son sequedad, irritación y agrietamiento de la piel y dermatitis. La exposición, sobre todo a los compuestos clorados   de   este   grupo,   puede   causar   hepatotoxicidad.   El benceno  es  un  carcinógeno  humano  demostrado  que  favorece el  desarrollo  de  todo  tipo  de  leucemias  y,  en  particular,  de  la leucemia  no  linfocítica  aguda.  También  puede  causar  anemia aplástica y pancitopenia reversible.
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martes, 5 de mayo de 2015
Riesgos Hidrocarburos aromaticos (I)
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