lunes, 23 de junio de 2014

Riesgos Otros éteres de etilenglicol.

El éter monobutílico de etilenglicol merece una mención especial por su amplia utilización en la industria. En ratas, se producen muertes en respuesta a una sola dosis oral, que son atribuibles a narcosis, mientras que las muertes tardías se producen por congestión pulmonar e insufi- ciencia renal. El contacto directo de los ojos con este éter provoca dolor intenso, marcada irritación de la conjuntiva y opacidad corneal, que puede durar varios días. Como en el caso del éter monometílico, el contacto con la piel no ocasiona mucha irritación, pero pueden absorberse cantidades tóxicas por vía percutánea. Los estudios de inhalación han demostrado que las ratas pueden tolerar 30 exposiciones de 7 horas a concentraciones de 54 ppm, pero a 100 ppm aparecen algunas lesiones. A concentraciones superiores, las ratas presentan hemorragia pulmonar, congestión visceral, lesiones hepáticas, hemoglobinuria e intensa fragilidad de los eritrocitos. Se ha detectado fetotoxicidad en ratas expuestas a concentraciones de 100 ppm, pero no a 50 ppm, así como un aumento evidente de la fragilidad de los eritrocitos por exposición a concentraciones superiores a 50 ppm de éter monobutílico de etilenglicol. Los seres humanos parecen ser algo menos susceptibles que los animales de laboratorio, por la aparente resistencia a su efecto hemolítico. Aunque la exposición a concentraciones por encima de 100 ppm causa cefalea e irritación ocular y nasal en el ser humano, no se aprecian daños en los hematíes.

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