sábado, 9 de noviembre de 2013

Riesgos Amidas Efectos hepatotóxicos


Las buenas propiedades disolventes de la dimetilformamida hacen que, cuando se produce contacto con la piel, ésta se deshi- drate y desengrase, provocando picor y descamación. Se han descrito algunos casos de irritación ocular tras la exposición profesional a los vapores. Los síntomas de los trabajadores expuestos fueron náuseas, vómitos y anorexia. También se ha descrito intolerancia al alcohol tras la exposición a dimetilforma- mida.
Los estudios de la acción de la dimetilformamida en animales de experimentación han demostrado la existencia de alteraciones hepáticas y renales en ratas, conejos y gatos. Estos efectos se observaron tanto si la administración se efectúo por vía intraperi- toneal como si fue por inhalación. Los perros expuestos a concen- traciones elevadas de vapores de esta sustancia desarrollaron policitemia, disminución del pulso y de la presión sistólica y evidencias histológicas de cambios degenerativos en el miocardio. En el hombre, la dimetilformamida se absorbe rápidamente a través de la piel y la exposición reiterada causa efectos acumula- tivos. Además, al igual que ocurre con la dimetilacetamida,

puede favorecer la absorción percutánea de otras sustancias disueltas en ella.
Debe recordarse que la dimetilformamida penetra rápida- mente a través de los guantes de caucho (tanto natural como neopreno), por lo que no se recomienda el uso prolongado de este tipo de guantes. El polietileno confiere una mayor protección, si bien cualquier tipo de guante que se utilice para manipular este disolvente deberá lavarse después de cada contacto y se sustituirá con frecuencia.
La acción de la dimetilacetamida se ha estudiado en animales de experimentación, habiéndose demostrado que, tras una exposi- ción reiterada o continua, su principal efecto tóxico se ejerce en el hígado. El contacto con la piel puede determinar la absorción de cantidades peligrosas de este compuesto.

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