jueves, 9 de enero de 2014

Riesgos Fenilendiaminas

Existen varias formas isoméricas de las fenilendiaminas, pero sólo los isómeros m- y p-tienen importancia industrial. A pesar de que la p-fenilendiamina puede actuar como formadora de metahemo- globina in vitro, no se ha dado ningún caso de metahemoglobi- nemia por exposición industrial. La p-fenilendiamina es un producto notorio por su acción sensibilizante de la piel y el aparato respiratorio. El contacto frecuente con la piel causa rápi- damente dermatitis de contacto. También se ha descrito acné y leucoderma. El antiguo problema de la “dermatitis de los pele- teros” es actualmente mucho menos frecuente gracias a las mejoras introducidas en los procesos de tintado, que permiten eliminar cualquier vestigio de p-fenilendiamina en los productos acabados. De forma análoga, el asma, que era un proceso frecuente entre los tintoreros de pieles que utilizaban esta sustancia, es actualmente relativamente rara gracias a las mejoras en el control del polvo ambiental. Incluso cuando se utilizan controles, resulta útil realizar una prueba cutánea preliminar antes de la posible exposición profesional. La m-fenilendiamina es un potente irritante de la piel, los ojos y el tracto respiratorio. Las conclusiones obtenidas de los experimentos realizados con las fenilendiaminas y sus derivados (como N-fenil o 4- ó 2-nitro) para determinar el potencial carcinogénico han sido, hasta el momento, insuficientes, dudosas o negativas. Los derivados clorados que se han investigado parece ser que tienen efectos cancerígenos en los animales de experimentación.
En el pasado, el potencial carcinogénico de las mezclas comerciales era un motivo de preocupación debido a la presencia de b-naftilamina como impureza en cantidades considerables (decenas o incluso centenas de ppm) en algunas de las primeras preparaciones y por el descubrimiento, en el caso concreto de la N-fenil-2-naftilamina, PBNA, de la excreción metabólica de b-naft- ilamina, aunque en cantidades infinitesimales. Los experimentos han sugerido un cierto potencial cancerígeno de esta sustancia en los animales de experimentación, pero todavía no han podido extraerse conclusiones definitivas ni se sabe la importancia de los hallazgos metabólicos. Los estudios epidemiológicos realizados sobre un gran número de personas que trabajaban en condi- ciones diferentes no han podido demostrar un aumento significa- tivo de la incidencia de cáncer en los trabajadores expuestos a estos compuestos. La cantidad de b-naftilamina presente actual- mente en los productos comerciales es muy pequeña (menos de
1 ppm y, con frecuencia, 0,5 ppm). En este momento no se puede extraer ninguna conclusión sobre el riesgo real de cáncer, motivo por el cual deben adoptarse todo tipo de precauciones, entre ellas la eliminación de las impurezas sospechosas y el uso de medidas técnicas protectoras en la fabricación y el uso de estos compuestos.

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